lunes, 29 de abril de 2013

Nosotros los indigentes



¿Alguna vez nos hemos preguntado cómo es que vive la gente en las calles? ¿Cuáles fueron y son las causas por las que están ahí? ¿Tú haz hecho algo por ayudar? ¿Lo haz ignorado?

Poco se ha estudiado sobre la indigencia, incluso en una ciencia social como lo es la psicología. Sin embargo, el impacto de personas que “vagabundean” por las calles no deja de ser un fenómeno que denota una condición de vida deplorable e inhumana, la cual nos lleva a innumerables preguntas acerca de las  circunstancias que desencadenaron esta forma de vida.
Su presencia nos invita a estudiar características psicológicas y sociológicas que los distinguen como un sector de la sociedad vulnerable, desamparado, temido y a veces repudiado. Esto da la sensación de personas con gran egoísmo,  desolación e inmiscuidas en su propio mundo.
Desde la perspectiva psicológica, es fundamental entender sus causas, para poder establecer programas de atención, rehabilitación y prevención, que contribuyan en su calidad de vida.

Etimológicamente la palabra Indigente proviene del: latín in (no), y digerere (disponer). El que no dispone. Zepeda (2005), considera que debido a los grandes problemas que enfrenta este sector en la ciudad de México, el término indigencia ha sido reconceptualizado, definiéndolo como: “individuo en una situación que le impide procurarse a sí mismo, olvidando su alimento, su vivienda digna, su vestido y seguridad, de forma que no puede garantizar su salud, y que deambula sin destino definido por las calles y pernocta en ellas”.

De acuerdo con Philodemus (2006) los indigentes se pueden clasificar de la siguiente manera:
1.- Indigente sano física y mentalmente, pero sin calificación técnica o lingüística para desempeñar algún trabajo complejo.
2.- Indigente con alguna discapacidad física, o quienes están impedidos para valerse por sí mismos por padecer alguna enfermedad crónica e incapacitante.
3.- Ancianos y ancianas indigentes que carecen de familia.
4.- Indigentes alcohólicos o farmacodependientes sin alteraciones de tipo psiquiátrico
5.- Indigentes que sufren algún tipo de perturbación psiquiátrica.
Según Zepeda (2005) se consideran que existen tres tipos de indigencia: la institucionalizada (individuos albergados de forma permanente en instituciones públicas o privadas), clásica (agrupa a personas que pernoctan sistemáticamente en la vía pública; deambulan sin rumbo ni destino fijo, rompieron con sus lazos familiares, no pueden procurarse los satisfactores elementales y perdieron valores sociales, tales como el aseo personal. Su vestimenta es de harapos, han perdido su autoestima; con frecuencia padecen de enfermedades mentales y viven en condiciones antihigiénicas) y funcional (individuos que cuentan con familia, con quienes mantienen lazos de afecto, y que pernoctan en la calle con frecuencia más no sistemáticamente, pero que actúan y se presentan como indigentes clásicos a causa de sus adicciones al alcohol y las drogas).

Nuestro estudio se enfoca más hacia la indigencia clásica (ya que es la más común de entre los tres tipos), que fue llevada a la investigación de campo, en donde se entrevistaron tantas personas como fue posible en el Centro de la Ciudad de Puebla. El presente estudio se abocó a investigar la percepción de la ciudadanía de la zona centro de Puebla acerca de los indigentes que cohabitan en su ciudad.



La indigencia como problema económico, social y humano, prevalece, según la UNICEF, en lugares fronterizos como Tijuana y Guatemala, sin embargo Puebla ocupa el cuarto lugar a nivel nacional. Al ser Puebla una ciudad de paso, gente proveniente de Chiapas, Veracruz y Oaxaca llega con la idea de vender algún tipo de producto, pero, citando sus palabras “después nos damos cuenta que recibiendo limosna obtenemos mejores ingresos”.
Existen quienes brindan apoyo a las personas en situación de calle, por ejemplo, organizaciones como el Sistema Municipal DIF que cuentan con el Dormitorio Municipal en donde albergan a personas de bajos recursos e indigentes y les brindan los servicios necesarios; también cabe mencionar la participación de la Facultad de Psicología de la BUAP, que ofrece ayuda para brindar recursos al DIF mediante un programa llamado “Maratón de la Indigencia”, y aunque no somos una organización gubernamental, nosotros tenemos la oportunidad con este trabajo de plasmar un mensaje, que esperemos sea grande, pues, tendrá una mayor difusión gracias a las TIC.
Hoy en día la acepción para la palabra indigente se traduce en la imagen de un “pordiosero” o cualquier persona que mendigue o esté a expensas de ayuda de la sociedad civil, en general la indigencia siempre ha existido y es considerada por Quintal (2008), como toda persona que no cuenta con los recursos suficientes para subsistir con un estilo de vida digna, pero hoy en día nos atreveríamos a mencionar el hecho de que no existe una inmensa diferencia entre un llamado “indigente” y un trabajador actual (en cuanto a medios para subsistir), se crea la opción de pensar que no es indigente tan sólo quien mendiga en las calles existen millones de indigentes en todo el mundo, familias que subsisten con una módica cantidad al día. 
La palabra indigente se ha vuelto un concepto genérico para catalogar a niños de la calle, alcohólicos, fármaco dependientes y hasta esquizofrénicos, pero ¿qué pasa con aquellos que carecen de medios para procurar por si mismos su alimento, vestido y techo?
El término indigencia se relaciona con el de “miseria”, que implica desgracia, carencia, falta de lo necesario para el sustento y pobreza extrema; ambos términos se vinculan al grado máximo de marginación.
Ahora, ya que hicimos esta comparación, para nosotros necesaria, creemos es más fácil llegar al verdadero fin de nuestro artículo; si bien como trabajador y trabajadora, estudiante, ama de casa, etc. Que se supone recibimos, sino un salario, dinero de nuestros padres, parejas... (cual fuese nuestra posición), el mensaje que queremos trascienda es el de reforzar y lograr traer de vuelta la capacidad de ser empático, ya sea por una idea de “todo lo bueno que hagas en esta vida se te regresara multiplicado”, el hecho sentirte mejor contigo mismo, por cualesquiera que sean tus creencias o razones!
Lo que queremos, con la mejor de las intenciones, es concientizarte a ti y a la sociedad en general sobre este problema, reconocer a este sector de la población y rehumanizar no solo a los estudiantes de psicología sino a toda una sociedad en sí.


BIBLIOGRAFIA

http://www.pueblaonline.com.mx/index.php?option=com_k2&view=item&id=20634:puebla-cuarta-ciudad-con-mayor-n%C3%BAmero-de-indigentes&Itemid=15

Isamar Fonseca Eslava
Giovana Ortega Peñuela
Jorge Gorki Bonilla Muñiz
Evelyn Tlaxcaltecatl López

3 comentarios:

  1. esta rifado, un muy buen trabajo bien elaborado

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  2. excelente trabajo felicitaciones me han ayudado mucho a entender mas sobre este tema saludos.

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  3. excelente trabajo felicitaciones me han ayudado mucho a entender mas sobre este tema saludos.

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